En el paraíso que vivimos, el sistema ha convertido en cómplices a sus propias victimas.
Ahora se vive en una especie de culto a la imagen como un valor en sí mismo y la televisión hace una utilización totalmente gratuita de esas imágenes, con la insensibilidad que trasluce que a un programa dedicado a la vida de los que se conoce, erróneamente, como famosos, siga otra bomba en Irak o una epidemia de Sida en África, lo que significa que tanta importancia tiene una cosa como la otra.
Existe una santa venerada en los altares de todo el mundo, que es la santa audiencia, en cuyo nombre, como se decía de la libertad, se cometen crímenes contra la razón, con el aplauso además de las propias víctimas.
Las palabras pueden dejar de servir y el diccionario está lleno de las que ya no se usan, o pueden convertirse en otra cosa.
Otras incluso se pudren con el uso o se aparcan, como indignación, un término que reivindicó aunque consciente de que los ciudadanos quizá tengan demasiados problemas prácticos que resolver para sobrevivir diariamente como para recuperar su significado.
«Yo considero al cerebro como una computadora que dejará de funcionar cuando fallen sus componentes.»
No hay paraíso o vida después de la muerte para las computadoras que dejan de funcionar, ese es un cuento de hadas de gente que le tiene miedo a la oscuridad», señaló el excatedrático de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica de la Universidad de Cambridge.
En su entrevista, Hawking, de 69 años, resalta la importancia de disfrutar de la vida y hacer cosas buenas y se refiere también a las pequeñas fluctuaciones cuánticas, que en el comienzo del universo fueron las «semillas» que dieron paso a la formación de las galaxias, las estrellas y la vida humana.
«La ciencia predice que distintos tipos de universo serán creados de la nada y de manera espontánea», agregó.
Junto a su colega Roger Penrose mostró que la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein implica que el espacio y el tiempo han de tener un principio, que denomina ‘big-bang’, y un final dentro de los agujeros negros.