Seguridad privada, ¿Paramilitares o asesinos a sueldo?
Durante los últimos años ha habido numerosos debates sobre la privatización en algunos ámbitos de seguridad, especialmente relacionados con la mayor presencia de EMSP en la esfera internacional. Hay discusiones sobre el estatus legal de estas empresas y sus empleados, las implicaciones éticas de estas empresas, el papel del Estado en los asuntos militares internacionales o la importancia de estas empresas en las prácticas y discursos de la seguridad internacional.
El expresidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, dijo, defendiendo la capacidad del mercado para atraer lo mejor de cada sector, que las mejores mentes no están en el gobierno. Y si las hubiera, el sector privado las contrataría. De manera similar, observamos que el desarrollo de las EMSP está produciendo un traspaso de oficiales, soldados de élite y otros profesionales militares y de la seguridad, desde los ejércitos nacionales hacia este tipo de empresas.
En numerosas ocasiones al sector público no se le dan los medios para llevar a cabo la misión que se le ha encomendado, y el sector privado puede aparecer como una solución alternativa.
Se trata de una profecía autocumplida porque a mayor número de servicios públicos privatizados, mayores son las pérdidas del sector público en cuanto a su capacidad para hacer ciertas cosas.
Esto plantea la cuestión de la reversibilidad: ¿podemos meter al genio otra vez en la botella? Si miramos a los militares estadounidenses está claro que se ha subcontratado tanto durante décadas, empezando por cuestiones como la alimentación de las tropas.
Las EMSP son, en gran medida, criaturas de los Estados: algunas políticas han favorecido deliberadamente el auge de esta industria.
Solo por poner un ejemplo: en Francia, hace un par de años, el Parlamento publicó un estudio en el que se argumentaba que el gobierno debería promover la aparición de una industria de seguridad privada francesa que pudiera competir con sus homólogas estadounidense y británica.
El estudio añadía que estas empresas serían excelentesinstrumentos para la protección del poder del Estado en el extranjero sin implicar realmente al ejército.
Creo que aquí estamos siendo testigos de una industria que no ha aparecido por la magia de la mano invisible del mercado libre. Así que, el problema no es que las EMSP sean una amenaza para el monopolio del uso de la fuerza del Estado.
Más bien son una amenaza para el control democrático del uso de la fuerza, es decir, la posibilidad de los ciudadanos de ejercer alguna forma de supervisión de la política exterior. La política exterior no es muy democrática de por sí, pero con las EMSP hemos visto que es incluso más sencillo ocultar lo que está ocurriendo.
En Estados Unidos, por ejemplo, el uso de estas empresas ha supuesto más control del ejecutivo con menor supervisión por parte del Congreso. Y también sabemos que las EMSP han sido usadas deliberadamente por los gobiernos para que la guerra sea algo más aceptable para el público.
Una circular del 2012 del Ministerio de Defensa Británico sobre las EMSP argumenta que la reacción del público a la muerte de los contratistas no es tan intensa como su reacción ante la muerte de las tropas nacionales.
Colombia
Para el presidente de Empresas Colombianas de Seguridad ECOSS, muchos de los exguerrilleros de las Farc «tal vez estuvieron al margen de la ley pero porque les inculcaron que ese era el lado bueno».
Aseguró que ahora las empresas privadas de seguridad podrían tener como reto «hacerle un trueque a ese pensamiento violento que tenían las Farc, y traer ahora a los excombatientes a la legalidad, pero, bajo estrictas condiciones. Es que es también la responsabilidad de la empresa privada en medio de un proceso de reconciliación».
Este martes, la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, sancionó a siete empresas de seguridad por violacion a la libre competencia económica en varios procesos de contratación pública con distintas entidades del Estado.
De acuerdo con el ente regulador, las compañías sancionadas conformaron un grupo empresarial y manipularon procesos de licitación y fijaron los precios de costo del servicio.
La práctica sancionada consistió en que las empresas simulaban ser competidoras independientes en las licitaciones públicas
Estados Unidos
Según expertos en el tema, la mitad de los que trabajan en seguridad privada son iraquíes, el resto provienen de Estados Unidos, el Reino Unido, Turquía y varios otros países.
Entre los latinoamericanos, hay muchos de Colombia, Perú, El Salvador y Honduras.
Algunos han calificado la guerra en Irak como el primer conflicto privatizado en la historia de Estados Unidos, pero hay quienes discrepan de esa calificación.
«El sector privado ha sido parte de la seguridad de nuestra nación desde la Guerra Revolucionaria. El sector privado ha participado en todos los conflictos», señaló a BBC Mundo el vicepresidente de iniciativas estratégicas de la firma Blackwater U.S.A., Chris Taylor.
Se calcula que Blackwater genera US$1.000 millones al año en ingresos; sin embargo, su volumen de negocios es pequeño en comparación con KBR, una subsidiaria en el mismo sector de la petrolera Halliburton, la empresa que encabezó Dick Cheney antes de asumir la vicepresidencia de Estados Unidos.
En números
«Hay miles de contratistas civiles estadounidenses trabajando en Irak. Algunos manejan cifras de hasta 50.000. Sin embargo si tomamos en cuenta que la mitad de los contratistas son iraquíes y le restamos los nacionales de terceros países como Fiji, Nepal, Honduras y Colombia, serían entre 6.000 y 8.000», le dijo a BBC Mundo el portavoz de la organización Asociación de Operaciones de Paz Internacionales, Doug Brooks, en Washington.
Salario
El campo de la seguridad privada en una zona de conflicto como Irak tiene su jerarquía. Los ex miembros de fuerzas de seguridad de países occidentales como Estados Unidos y Reino Unido suelen ser los mejor pagados porque se desempeñan en tareas de escolta de personalidades de alto rango.
Al comienzo de la guerra en 2003 la tarifa promedio giraba en torno de US$650 a US$700 por día. Eso probablemente ha bajado a unos US$350 por día debido a la competencia
La ONU cada vez contrata a más EMSP para una cubrir un mayor número de servicios.
Es interesante mencionar el desarrollo de abundante literatura académica que destaca la necesidad de regular el mercado de la seguridad privada. Algunos Estados y organizaciones internacionales también han intentado desarrollar ciertas iniciativas reguladoras para mejorar la transparencia de la industria.
Ahora mismo hay víctimas de abusos contra los derechos humanos de las EMSP, y esto no puede solucionarse. Por supuesto, quieres que estas víctimas tengan acceso a un sistema judicial adecuado que pueda llevar sus casos, lo que requiere una ley para regular las EMSP tanto a nivel nacional o internacional.
Pero también debemos pensar en las EMSP como un fenómeno político, social y económico. ¿De dónde vienen y qué es lo que dicen del estado de nuestra sociedad?
Pero ya hemos escuchado este discurso antes: es el mismo argumento que dan las empresas de alimentación transgénica cuando dicen que pueden acabar con el hambre en África. El discurso nosotros o el hambre o nosotros o el genocidio se mete de lleno en las emociones del público, así que es muy difícil combatirlo.
¿Son las empresas de alimentación transgénica parte del sistema que provoca el hambre en África? ¿Son las EMSP parte del sistema que genera los conflictos en diferentes regiones del planeta?
Blackwater
El 16 de septiembre de 2007, un guardia de Blackwater se sintió amenazado o simplemente estaba de mal humor mientras escoltaba a un convoy del Departamento de Estado a través de Nisoor Square en Bagdad.
Los guardias estaban nerviosos porque había habido un coche bomba hace una hora. Entonces este hombre de Blackwater hizo lo que vino a hacer: disparó y mató a un niño que conducía hacia la plaza. El problema con disparar al conductor, es que el automóvil sigue moviéndose.
Eso hizo que los mercenarios de Blackwater se pusieran nerviosos, por lo que todos comenzaron a dispararle a todo lo que veian.
Las personas (mas que las descritas) que murieron, incluían un médico, un estudiante de medicina, un vendedor de automóviles y un un par de personas del gobierno con conexiones serias en la administración de al-Maliki.
Es como esas bodas que la OTAN adora bombardear en Afganistán: pero cuando hicierón estallar una boda con los parientes de Hamid Karzai hace unos años, los afganos estaban seriamente molestos. Quiero decir, es bueno divertirse, pero debes saber a quién puedes asesinar con seguridad y a quién no.
Regla numero uno, para no tener problemas solo matar pobres preferentemente.
Erik Prince, el multimillonario fundador de la contratista militar Blackwater, está siendo investigado por el Departamento de Justicia de EE.UU. por tratar de brindar servicios militares a países africanos, entre ellos Libia, y blanqueo de dinero, según ha informado este jueves el portal estadounidense The Intercept, que cita a múltiples fuentes cercanas al caso.
¡Blackwater USA, está de vuelta!
En febrero de 2009, después de muchos escándalos, litigios y otros desastres de relaciones públicas, Blackwater USA se rebautizó inmemorialmente como Xe Services. Nos quedamos perplejos cuando Mossberg anunció una gama de escopetas de marca Blackwater USA . Luego, el mes pasado, la situación se hizo más clara cuando, en el E3, se anunció un videojuego Blackwater para la XBox 360. Quienes sean propietarios de las marcas registradas de Blackwater , claramente tienen planes para ordeñarlo a toda costa.
El presidente
La protección del presidente Donald Trump y su familia costará a los estadounidenses 120 millones de dólares. Esa es la cantidad estipulada por el presupuesto federal para el año próximo y que será destinada a reembolsar tanto al Servicio Secreto como a los ayuntamientos de las localidades que más visita Trump y el resto de su familia. Según las estimaciones recientes, el estilo de vida del mandatario, con reiteradas visitas a campos de golf y viajes casi todos los fines de semana, hará que supere en 12 meses el coste de la protección de Barack Obama en ocho años de mandato.
La agencia
El acuerdo presupuestario alcanzado este fin de semana en el Congreso contempla el pago de 60 millones de dólares al Servicio Secreto, encargado de proteger la seguridad del presidente tanto en Washington como en todos y cada uno de sus desplazamientos.
La agencia también cubre los movimientos de Trump a Florida, donde ha visitado en siete ocasiones su club de Mar-a-Lago y se estima que cada una de ellas cuesta tres millones de dólares en gastos de seguridad.
Dwight D. Eisenhower, durante su famoso discurso de despedida, advertía sobre el peligro del creciente Complejo Militar Industrial, el cual, dentro de su ambivalente postura conocida como conservadurismo progresista, era necesario para proteger a la sociedad estadounidense, pero a la vez peligroso porque esa industria desarrollaba un poder capaz de privar a los ciudadanos de sus derechos políticos.