Arrestado por dibujar, libre por asesinar.
Este es el dibujo que motiva el arresto… El argumento oficial es:
En la ilustración aparece el centro escolar ardiendo y un pistolero disparando a los niños en el patio, que se desploman en charcos de sangre.
Eso si que es imaginación lo del desplome. Las batallitas que dibujábamos en el colegio son motivo de detención?
Viendo el dibujo y utilizando la solidez del por si acaso, no pude verse como que el que dispara es el bueno luchando contra los malos para salvar a los niños del incendio?
Me preocupan los argumentos que se emplean cada vez mas de prevención, pero no de prevenir mediante la educación si no con la represión.
La idea no es controlar las armas, lo cual seria para empezar lo mas lógico, el sistema que quieren imponer, es controlar a los individuos no solo por lo que hacen si no por lo que puedan hacer.
Lobotomias
Con el tiempo la ficción planteada en Minority report sera superada, pues como sistemas preventivos de cualquier rasgo de libertad, (arrestado por dibujar) la propia genética puede llevarte a prisión.
Si tienes algún gen que ellos consideren que puede provocar alteraciones sociales, seras preventivamente eliminado o reprogamado.
Imagino que lo que se hacia a principios del siglo XX la lobotomización que consistía en introducir un «hierro» por las órbitas oculares y dañar el cerebro.
Lobotomia para la depresión
La ansiedad crónica severa, la depresión con el riesgo de suicidio y el desorden obsesivo-compulsivo fueron los síntomas principales tratados. La leucotomía original era una operación cruda y la práctica pronto fue desarrollada bajo un procedimiento más exacto y preciso en donde «solamente» se produjeron en el cerebro lesiones «muy pequeñas».
Dr. Walter Freeman, a la izquierda, y el Dr. James W. Watts estudian una radiografía antes de una operación de psicocirugía.
El procedimiento fue popularizado en los Estados Unidos por Walter Freeman, quien ni siquiera era cirujano y quien también inventó el procedimiento de la lobotomía del «picahielo».
Freeman utilizó literalmente un picahielo y un mazo de caucho en vez del procedimiento quirúrgico estándar.
En un acto espantoso, Freeman martilleaba el picahielo en el cráneo apenas sobre el conducto lacrimal y lo movía hasta cortar las conexiones entre el lóbulo frontal y el resto del cerebro.
Antes de abrir mis ojos siento el frío del acero desinfectado, al abrirlos, estaba bajando el martillo que golpeaba al orbitoclasto.
De esa realidad lo último que recuerdo es el crujir de mi cráneo y una descarga eléctrica que me suspendió en otra realidad.
Ahora estoy en otra realidad pero no tengo manera de comunicarlo.
Con un poco mas de sutileza, gracias a los espectaculares avances en tecnología de este nuevo siglo, te tocaran en algún punto estudiado y definido del cerebro y hasta ahí tu yo habrá llegado.

El espejo del alma
