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Yo no soy yo

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Yo no soy yo. Soy este que va a mi lado sin yo verlo, que, a veces, voy a ver, y que, a veces olvido. el que calla, sereno, cuando hablo, el que perdona, dulce, cuando odio, el que pasea por donde no estoy, el que quedará en pie cuando yo muera. Juan Ramón Jiménez.

La guerra civil

En 1936, año que marca en su obra el paso de la etapa intelectual a la etapa suficiente o verdadera, estalla la Guerra Civil Española y apoya decididamente a la República, acogiendo a varios niños huérfanos en una de sus casas. Sin embargo, se siente inseguro en Madrid, pues el diario socialista Claridad emprende una campaña contra los intelectuales, y es Manuel Azaña quien ayuda a salir de la capital al matrimonio por vía diplomática.

Se instala en Washington como agregado cultural. En 1937 se traslada a Cuba para dar tres conferencias; en 1938 su sobrino falangista, Juan Ramón Jiménez Bayo, perece en el frente de Teruel, lo que dejó a Juan Ramón absolutamente destrozado. Según Zenobia, «El dolor dejó a Juan Ramón absolutamente estéril por casi año y medio».11​ De él escribió el poeta en su autobiografía Vida:

Yo sé bien que él tenía, con las ideas que él creía mejores, un ideal limpio, sin más sangre en él que la suya. Y esta sangre generosa lo dejó sin ella exangüe en el sitio de su ideal. Y se sumió en la tierra a mejorarla. Si su muerte, y las otras como la suya, no nos mejoran, ¿de qué sustancia miserable estamos hechos?

Te llevaré Moguer a todos los lugares y a todos los tiempos, serás por mí, pobre pueblo mío, a despecho de los logreros, inmortal.

Te he dicho Platero que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad?. No; el alma de Moguer es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro como el migajón, y dorado en torno -¡oh sol moreno!- como la blanda corteza.

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Written by HomoSapiens

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